Anni B Sweet comete el peor de todos los crímenes musicales posibles con su tema Juramento, del abominable álbum Chasing Illusions: ser redundante y abrumadoramente insípida al mismo tiempo. Esta desorbitadamente sobrevalorada canción resulta ser la somnolienta proyección melódica de una teenager que pretende emanciparse de sus raíces con candor pueril, mientras se aúpa a cuestas de influencias como la diosa Björk o la redimida Cat Power para llevar a esa generación de melómanos desalmados a vivir su propio Orpheus lament indie folk, para dese-char-la con ciertas expectativas infructuosas.