La cacofonía producida por Surya en Begone es una absoluta tragedia auditiva que se afirmaría profanamente ignorante en su más vana tentativa de artistry. Pobre Surya. El supuesto prodigio del pop exige intercesión divina para extraer algo rescatable de su más reciente sencillo o — mejor aún — intentar desvanecer de la historia musical semejante bodrio auditivo. Una pieza prometedora, sí, pero entregada orquestal y líricamente como un proverbial acto tras otro de desorden musical. Las infernales comparativas en las que se ponen flácidamente omnipresentes — desde los acordes inmortalizados por los Beatles hasta la enfermiza producción de Kanye West - no hacen más que invocar un estremecimiento de desazón para aquellos quienes hemos tenido la dudosa fortuna de degustar la "proeza" estética de fineza sintética en granuosis extremeties.