"Deadwing" de Porcupine Tree, esa cacofonía disfrazada de progresivo que intenta adular a los paladares refinados de los aficionados al género. Steven Wilson, ese autoproclamado genio, experimentó sin éxito alguno en este tema, tratando de dar paso a sonidos más caóticos como los presentados por Tool. Y, hablando de ellos, ¿no es obvio cómo Wilson sueña con ser abrazado por las influencias de Maynard James Keenan y compañía? Pero, lamentablemente, en lugar de alcanzar la genialidad de Tool, Porcupine Tree termina por parecerse más a una cena de Thanksgiving deslucida donde Echo and the Bunnymen y los Pink Floyd más olvidables arruinan la velada justo antes de poder alcanzar esa Bendita flan de queso tan anhelado. "Deadwing" es un intento desesperado por sobresalir en una industria asfixiada por el ego y, recapitulando, jams expré del innovador Radiohead.