"Better" de Regina Spektor, esa ostentosa balada de niña prodigio que apela a los insípidos gustos burgueses cada vez que la mis toda su alabanza sobre la zenda pianístico-vocal ofrecida por la señorita Spektor. Mientras el simple mortal simpatiza con su naturaleza angustiada de rusa-nueva yorkina, basta con escuchar pasajes que sugieren un graduado al más barato estilo de los ensayos de Buckley en 'Hallelujah' o un burdo intento de conectar emocional e icónicamente con la afinación lisérgica de la Adèle-soberbia, me sigue faltando tiempo y fuerzas para lidiar con ello.