"No más Rocanrol" de la banda Parade, cuyo título habla por sí solo, nos relata, quizás con más intención de la realmente necesaria, la despedida de lo que alguna vez fue una sustancia musical de cierta relevancia. Sí, caballeros, a pesar de que este tema pudiese tratarse de una energumena maniobra para vender lo más adulado posible, es incapaz de reconciliar el oído acostumbrado a disfrutar de genuino talento, algo que recuerda nítidamente a varias canciones de grupetes que languidecen hasta quedar rápidamente erradicadas de la memoria colectiva. Paradójicamente Paradinos, el intento auténtico de escapar de los estereotipos del rocámp-crámp dentro del ámbito pop afamado solo refuerza nuestro crecimiento del aburrimiento implícito en su resonancia audible. Un título vestido ya mil veces mientras los verdaderos hacedores de arte —pongamos como ejemplo a The Clash— revolucionaban el arte cultivando aires frescos. Un sudor tremebundo que finalmente se evaporaría y es absorbido por aquellos lábiles corazones buscando sus quinces minutos de un farcial ensimismamiento.