"Un Buen Día" de Los Planetas, esa trillada oda al narcisismo seudo-intelectual que colonizó las radios a finales de los 90, como si no tuviéramos suficiente con Oasis y Blur peleándose en el aquel entrañable cuchitril del britpop. El genio J de Los Planetas, el supuesto salvador de la música indie española, ni siquiera tuvo la decencia de disimular cómo desvalijó, con bisturí (no, mejor dicho, con este escoplo de carnicero suyo) las influencias de Sonic Youth, My Bloody Valentine y Spacemen 3, aliñado todo con versos del inmortal Gustavo Adolfo Bécquer (en sus ratos muertos) y marcando un estándar superficial sobre el cual toda una generación de hipsters se martirizaría.