"Valiente", esa oda al tedio existencial que Vetusta Morla perpetró con la sobriedad de un té sin azúcar, ahora reinterpretada por Armenian, como si el mundo realmente necesitara otra dosis de melodrama indie envuelto en acordes previsibles. Si cada cover fuera un acto heroico de innovación, este sería el abanderado del plagio descafeinado. Armenian nos ofrece un reflejo anodino del original, como si Coldplay hubiera decidido hacer karaoke en su peor día, sin Chris Martin para dar la nota. Claustrofóbico en su reverberación emocional, "Valiente" con Armenian se siente como si The National y Love of Lesbian decidieran tener una sesión de terapia grupal, pero olvidaran invitar al terapeuta. Una vez más, la música indie nos demuestra que puede ser tan empalagosa y autoreferencial como un guion de película de Woody Allen en plena decadencia.