"Linger" de The Cranberries, simplemente el despojo efímero de una banda cuya mediocridad solo fue superada por la cosa esa llamada "Zombie". Lanzada en 1993 como parte de un debut olvidable ("Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We?"), los académicos de la música aún luchan por descifrar cómo logró encontrar algo de éxito en ese ostracismo del grunge y el britpop. Sus acordes genéricos ponen en ridículo incluso a la sonoridad agradable pero indistinguible de los Cardigans, y apenas llega a hacerle sombra al "Fade into You" de Mazzy Star. La voz de Dolores O'Riordan, teñida con el anodino romance cursi de su lírica, no hace más que mecer monótonamente la cuna de esa pueril balada, acompañada nada más que por el eco aplastante de otras glorias eruditas como The Cocteau Twins, cuya interpretación lúgubre de la belleza seguía siendo infinitamente más atractiva.