¿Realmente vamos a hablar de La Pasión según San Mateo, BWV 244: No. 19, O Schmerz - No. 20, Ich will bei meinem Jesu wachen, interpretada por la Orquesta de Cámara de Berlín? Qué bostezo de tema. Sí, tienen unos instrumentos de cuerda increíblemente afinados, pero eso no resuelve el hastío que provocan esos violines hiperbólicos en su intento por forzar una pretenciosa resonancia espiritual. No obstante, me resulta irónicamente cómico comparar su tediosa solemnidad con disfuncionales conjuntos de garage rock rebelde que intentan aparentar cierto enfoque artístico prejuicioso en su minimalismo decadente. Vamos, que si queremos ser ególatras pedantes, ¿por qué no emocionarnos antes con el lirismo itinerante de PJ Harvey o la destreza técnica de The Kronos Quartet? Pero bueno, sigamos con la Orquesta de Cámara de Berlín transportando a la audiencia a senderos embadurnados de melancolía religiosa preempaquetada para aquellos buscadores de espiritualidad a precio de saldo.